Vincent van Gogh, (Groot Zundert 1853 – Auvers sur Oise 1890): Pietà, 1890 aprox.
Óleo sobre lienzo, 41,5 x 34 cm.
Donación Diócesis de Nueva York, 1973
Museo Vaticano (Inv. 23698).
Vincent van Gogh pinta esta pequeña Piedad pocos meses antes de su trágica muerte, que tuvo lugar en julio de 1890. A pesar de su profunda fe, el artista raramente afrontó los temas religiosos. La anotación autógrafa en el ángulo derecho aclara que en este caso van Gogh se inspiró en una litografía tomada de la Piedad de Eugène Delacroix. Por esta razón, la obra es especular respecto al original.
Van Gogh la pinta para su hermana Willemien, a la cual el pintor escribe acerca de su interpretación centrada en la “Mater dolorosa”, mujer del pueblo entregada al sufrimiento, a menudo rechazada por la sociedad. Más cercana a la iconografía tradicional es la figura de Cristo, en el cual algunos han querido reconocer un autorretrato de van Gogh, en realidad fiel al modelo inspirador.
El artista había realizado para su hermano Theo una primera versión del mismo tema, más grande y con cromatismos más encendidos, que actualmente se encuentra en el Van Gogh Museum de Amsterdam.