¿Ideología o ciencia?

Por Alexander Gershunov, División de Investigación Climática, Instituto Scripps de Oceanografía, Universidad de California, San Diego (LA VANGUARDIA, 04/06/06):

El cambio climático antropogénico resulta de la emisión a la atmósfera de gases generados por la industria y el transporte. Aunque los países desarrollados son los responsables del cambio climático sus efectos más dramáticos no ocurrirán necesariamente sobre sus territorios. El cambio climático global antropogénico se desarrolla en paralelo a las variaciones climáticas naturales propias de cada región. Estas variaciones pueden exagerar o reducir los efectos del calentamiento global, y por ello separar la influencia antropogénica de los factores naturales puede resultar difícil en algunas regiones concretas. Sin embargo, en otras regiones, el calentamiento antropogénico es ya más que evidente.

Hasta ahora, el mayor calentamiento se ha dado en las zonas polares, especialmente en el Ártico. Aunque el modo de vida de los pueblos indígenas está siendo amenazado por la fusión del hielo permanente y por la retirada del hielo marino, esta grave situación ambiental es fácilmente ignorada por las naciones cuyo desarrollo es la principal causa del problema.

El elevado calentamiento que se ha producido recientemente ha acelerado la fusión de las capas de hielo polares, circunstancia que en caso de agravarse elevaría el nivel del mar hasta inundar muchas zonas costeras. A pesar de todo ello, las naciones responsables aún no se ponen de acuerdo en la necesidad de mitigar el calentamiento global.

PARTE DE LAS DIFICULTADES son debidas a que la evolución del clima que predicen los modelos sólo se sentirá claramente a partir de la segunda mitad del siglo XXI. Antes del 2050, el calentamiento se intensificará sea cual sea la opción escogida.

A los políticos les resulta difícil impulsar políticas cuyos efectos no serán manifiestos durante su mandato. Y además están los intereses privados en la industria de los combustibles fósiles de algunos altos cargos de Estados Unidos, con diferencia la nación más contaminante por individuo. Estos intereses han alimentado en Estados Unidos la opinión de que el cambio climático es más una cuestión fabricada por las izquierdas para minar los cimientos económicos de la nación que un grave riesgo ambiental científicamente objetivo. Estos conceptos erróneos se han extendido con facilidad porque hasta ahora la variabilidad climática natural ha evitado a Estados Unidos buena parte de los efectos esperados del calentamiento global. La presión de la opinión pública es la principal herramienta para conseguir una actuación responsable de los cargos públicos. Pero la opinión pública no responde ante la información científica y sí lo hace en cambio ante los fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor.

La ola de calor del año 2003provocó graves problemas, miles de muertos y enormes pérdidas económicas en Europa. El calor inusual resultó de la combinación de factores antropogénicos y naturales. Los climatólogos sugieren que el verano del 2003fue un ejemplo de cómo será un típico verano hacia finales de siglo si no tomamos inmediatamente medidas para reducir el cambio climático. Con la ayuda de estas circunstancias, de la ciencia y la presión de la opinión pública, los políticos europeos han redoblado sus esfuerzos para reducir el futuro cambio climático y para adaptarse a los cambios inevitables.

Las áreas más pobladas de Norteamérica todavía no han sufrido impactos extremos causados por el calentamiento global. El centro y el sur de Estados Unidos, una región históricamente propensa a olas de calor estivales acompañadas de sequías, sólo se ha calentado ligeramente a pesar de la lluvia caída en abundancia durante las dos últimas décadas. En esta región, los periodos húmedos iban ligados normalmente a veranos más fríos, por lo que, aunque no estamos ante una situación crítica, la tendencia reciente es inusual. Bastará con que acabe el periodo húmedo actual, algo que puede ocurrir en cualquier momento, para que las olas de calor se extiendan por EE.UU. El fin del periodo húmedo dará lugar a unas condiciones estivales más en la línea de las proyecciones climáticas, y aumentará la preocupación de la opinión pública, que actuará sobre los político, y entonces éstos serán más responsables respecto al cambio climático.

Algunos estados de la Unión han puesto en práctica importantes medidas de carácter voluntario para combatir el cambio climático global y mitigar sus efectos regionales. Por ejemplo, en California, donde llueve en invierno, el suministro de agua durante el verano depende de la nieve acumulada en las montañas y del consiguiente deshielo. Así, incluso un pequeño calentamiento llevará la nieve a mayores altitudes y eso reducirá la cantidad de agua disponible durante el seco verano. En el 2005, California aprobó leyes más estrictas incluso que las de los países europeos con el objetivo de reducir el CO2 atmosférico, minimizando las emisiones de los vehículos y responsibilizando a los emisores industriales. Además de estas medidas de carácter voluntario para combatir el cambio global, el Gobierno californiano trabaja, junto con los científicos, para establecer y anticipar los riesgos del cambio climático regional, así como en la elaboración e implementación de soluciones regionales para mitigar dichos riesgos. En este sentido, California apuesta voluntariamente por suplir las deficiencias políticas que en este ámbito tiene el actual Gobierno de EE.UU.

DESGRACIADAMENTE, NO VA A SER la actuación regional la que proporcione las soluciones más efectivas ante el cambio climático global. Las consecuencias más probables del calentamiento global, tales como olas de calor, epidemias de enfermedades infecciosas, el hambre derivada de la falta de cosechas, las guerras por el control de los recursos, etcétera, son aún más peligrosas para la población de los países en vías de desarrollo, cuyas economías no han contribuido de un modo significativo al cambio climático global y pueden ofrecer, además, muy poca protección frente a dichas calamidades.