20 aforismos de Nicolás Gómez Dávila aplicables a la política española actual

El filosófo Nicolás Gómez Dávila es uno de los secretos mejor guardados de las letras colombianas y su libro Breviario de Escolios, una inmejorable selección de sus mejores aforismos.
El filosófo Nicolás Gómez Dávila es uno de los secretos mejor guardados de las letras colombianas y su libro Breviario de Escolios, una inmejorable selección de sus mejores aforismos.

1. La justicia inmanente postula que sólo un revolucionario fusile a otro.

"En nombre del Parlamento [catalán], mañana presentaré una denuncia contra los jueces del Tribunal Supremo por vulneración de derechos fundamentales, detención ilegal y prevaricación judicial. La lucha contra la represión nos interpela a todos y a todas, como demócratas tenemos el deber de actuar" dice en uno de sus tuits Roger Torrent, presidente del Parlamento catalán y firme defensor de esa teoría predemocrática que sostiene que los líderes de un golpe de Estado sólo pueden ser juzgados por sus subalternos o, en su defecto, por los jueces nombrados por esos mismos líderes. Es decir, también por sus subalternos.

2. Las revoluciones no son hijas de pobres envidiosos o famélicos, sino de ricos pusilánimes o ambiciosos.

Una de las más perfectas definiciones jamás escritas del golpe catalanista a la democracia. Atentos al muy burgués público del Liceo barcelonés pidiendo "libertad" durante un concierto de Bob Dylan. Concierto cuyas entradas habían alcanzado precios de hasta 500 euros.

3. Basta mirar al que nos insulta para sabernos vengados.

En la cabeza de Toni Soler, Cataluña es Wakanda y Murcia, un nido de rústicos con tractor. O sea, algo parecido a Vic.

4. Las opiniones no son el origen de los partidos. Los partidos son el origen de las opiniones.

O dicho de otra manera: hay gente incapaz de encontrarle solución a los problemas pero muy capaz de encontrarle un problema a todas las soluciones. Véase Carmen Calvo y su petición a la RAE.

5. Cada generación nueva acusa a las pretéritas de no haber redimido al hombre. Pero la abyección con la que la nueva generación se adapta al mundo, después del fracaso de turno, es proporcional a la vehemencia de sus inculpaciones.

Y para adaptación extrema al mundo, la de Podemos en cuanto ha tocado pelo.

6. Para la defensa de la libertad basta un soldado; la igualdad, para imponerse, necesita un escuadrón de policías.

Aquí una policía local de Palma, jefa de la Unidad de Delitos de Odio, incitando a las mujeres a utilizar armas prohibidas para apuñalar a los "machunos". ¿Alguien se imagina la cuenta personal del jefe de una unidad de la policía animando a los hombres a utilizar armas prohibidas contra "las feminazis"? Digo, para contextualizar.

7. Divisa para el joven izquierdista: revolución y coño.

Presume Carmen Calvo de conocer mucho mejor el cerebro masculino de lo que el cerebro masculino conoce a las mujeres. Me temo que se equivoca, as usual.

8. Marx ha sido el único marxista al que el marxismo no abobó.

Bueno, yo incluiría también a Pedro Insua y algún otro que no debo de conocer. Pero más allá de ellos, el páramo.

9. Cuando oímos hoy exclamar: "¡Muy civilizado! ¡Muy humano!", no debemos vacilar: se trata de alguna abyecta tontería.

Generalmente, cara.

10. Una constitución política no dura porque es buena, sino es buena porque dura.

Y la guinda del pastel del absurdo es reformar la Constitución al gusto de aquellos que han atentado repetidamente contra ella. ¿Por qué deberíamos creer que obedecerán una nueva Constitución, aunque haya sido reformada a su gusto, si han visto que la desobediencia a la anterior ha dado frutos?

11. Sólo un talento evidente hace que le perdonen sus ideas al reaccionario, mientras que las ideas del izquierdista hacen que le perdonen su falta de talento.

Y sólo hay que comparar a los referentes intelectuales de la derecha de este país con los de la izquierda para darse cuenta de ese gigantesco, casi ofensivo, desequilibrio en favor del talento de los primeros.

12. El acto de despojar de sus bienes a un individuo se llama robo, cuando otro individuo lo despoja. Y justicia social, cuando una colectividad entera lo roba.

El PSOE gobierna este país como fichaba la portera de Núñez.

13. No demos a nadie la ocasión de ser vil. La aprovecha.

Dicho y hecho.

14. El mal humor es secreción específica del intelecto de izquierda.

Esas señoras y señoros enfadados de la socialdemocracia. Siempre angustiados, cabreados, indignados, irritados, furiosos y agresivos, sin el más mínimo sentido del humor y a 120.000 euros anuales sin haber dado un palo al agua en toda su existencia. ¿Pero qué creen ellos merecer de la vida que no les haya sido concedido ya?

15. Negarse a admirar es la marca de la bestia.

La belleza es fascista, dicen los que tienen el alma fea. Y quizá por eso la FIFA ha prohibido que las cámaras enfoquen a mujeres guapas durante las retransmisiones del Mundial.

16. Mientras más graves sean los problemas, mayor es el número de ineptos que la democracia llama a resolverlos.

Lo recordó Joaquín Leguina en Valladolid el pasado jueves: un camello es un caballo diseñado por un comité.

17. El tonto no sale de las ideas intermedias.

"Lo que está mal en este país" es que a un chico trans se le apliquen las mismas reglas de higiene que al resto de los bañistas. En realidad, lo que está pidiendo Errejón es que se discrimine a ese chico en función de su género y de sus humores personales.

El socorrista, por cierto, le ofreció al chico la posibilidad de bañarse con uno de esos trajes de baño que tapan el cuerpo por completo y que sí están permitidos, pero el chico la rechazó.

18. La sociedad del futuro: una esclavitud sin amos.

"Pues se graba aunque sea". ¿Y si se graba y luego ella afirma que "cambió de idea" tras firmar el contrato? No sólo pretenden dinamitar la presunción de inocencia, invertir la carga de la prueba y demoler todos los principios de responsabilidad personal. Es que pretenden que lo grabes.

Pues se graba aunque sea.

19. El pueblo no elige a quien lo cura, sino a quien lo droga.

Obviedad fácilmente demostrable: sólo hay que echarle un vistazo a los índices de audiencia.

20. El revolucionario es, a la postre, un individuo que no se atreve a robar solo.

Y algunos revolucionarios hasta se organizan en partidos políticos para hacerlo acompañados, sí, pero también al amparo de la ley, la moral y las buenas costumbres.

Por Cristian Campos

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