Lunes, 21 de abril de 2003

Por Niall Ferguson, profesor de la cátedra Herzog de Historia de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y autor de Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power (EL MUNDO, 21/04/03):

La guerra que acaba de terminar deja una pregunta en el aire. ¿Cuál va a ser el coste de reconstruir la economía de Irak, agotada por décadas de dictadura, descompuesta por una guerra relámpago y ahora, por lo que parece, a merced de la anarquía? Las cantidades que se manejan alcanzan ya unos volúmenes inquietantes para los electores estadounidenses: 17.000 millones de dólares al año sólo en concepto de costes de la ocupación más «unos cuantos miles de millones» (según un grupo de expertos del Consejo de Relaciones Exteriores, dirigido por Thomas R.…  Seguir leyendo »

Por Vicenç Fisas, director de la Escola de Cultura de Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona (EL PAÍS, 21/04/03):

A la espera de ver cómo se desarrolla la fase posbélica de la guerra de Irak, millones de personas de todo el mundo comparten ahora una extraña mezcla de angustia y desencanto respecto a cómo han ido las cosas hasta ahora y sobre lo que pueda suceder en el mundo en el próximo futuro. Mucha gente se pregunta también cómo canalizar de manera constructiva el impresionante clamor cívico por la paz desatado en los cinco continentes. Desde mi punto de vista, para pasar del "no a la guerra en Irak" al proyecto de "construir paz para todo el planeta" hay al menos ocho grandes objetivos sobre los que se podrían dirigir las energías mostradas durante estos últimos meses, creando una especie de agenda de trabajo a medio plazo, en la que podrían participar entidades ciudadanas, ONG, movimientos sociales, partidos políticos, municipios y otras instancias participativas.…  Seguir leyendo »

Por Barbara Probst Solomon, escritora estadounidense (EL PAÍS, 21/04/03):

El extraordinario poder militar de EE UU -esa idea de que "podemos ir a cualquier sitio cuando nosotros decidamos" (la frase me pone los pelos de punta)- debía haber sido un argumento a favor de que tal poder nos diera tiempo para explorar la vía diplomática. Todavía no sabemos si se encontrarán armas de destrucción masiva, pero, asumiendo que existan, Sadam no estaba en disposición de poder usarlas durante el periodo de inspecciones de Naciones Unidas. No soy una pacifista cueste lo que cueste, y tampoco apoyo el antiamericanismo europeo visceral, pero los ideólogos, ya sean de izquierdas o de derechas, tienen una notable habilidad para hacer caso omiso de las víctimas de la causa que defienden, contemplando sólo los rostros de los mártires asesinados por aquellos a quienes han decidido odiar.…  Seguir leyendo »

Por Federico Mayor Zaragoza, catedrático de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Fundación Cultura de Paz (EL PAÍS, 21/04/03):

"¿Quién sino todos?" Miquel Martí i Pol.

Las masivas manifestaciones del día 15 de febrero del año 2003 en favor de una solución pacífica del conflicto iraquí marcan una inflexión histórica. Por primera vez, ciudadanos de todas las razas, colores, culturas y creencias aparecen en los escenarios hasta ahora reservados a gobernantes y mandatarios. Por primera vez, la voz de la gente se eleva, sin violencia, como un clamor de tales dimensiones que se hace oír -y, escuchar en alguna medida- en las altas y aisladas estructuras de poder.…  Seguir leyendo »

Por José Luis Álvarez, ex ministro de UCD (ABC, 21/04/03):

La guerra de Irak, que ha tenido unas buscadas repercusiones en la política interior española, muy inferiores a las de los demás países europeos, está prácticamente terminada y es quizá éste un buen momento para hacer unas cuantas reflexiones.

La guerra, toda guerra, es un horror, una catástrofe. En toda guerra, se producen barbaridades, errores, injusticias, y mueren muchos inocentes (y a los españoles les ha tocado sufrir la muerte injusta de dos jóvenes periodistas españoles, uno por cada bando).

Es natural, por esa misma naturaleza odiosa de la guerra, que haya muchísimos españoles de buena fe, con independencia de sus preferencias políticas, que hayan reaccionado en contra de la guerra y del gobierno español por entender que no debía haber apoyado a USA en su política respecto a Sadam Husein.…  Seguir leyendo »