Jueves, 22 de mayo de 2003

Por Rafael L. Bajardí (ABC, 22/05/03).

Lo que Bin Laden quiere -o quería en el caso de que ya no esté con vida- lo ha venido repitiendo insistentemente desde comienzos de los 90 y es algo muy simple, tanto que nunca se le hizo mucho caso: recomponer un imperio musulmán bajo la forma de una república islámica de corte integrista y radical. El camino para conseguirlo era también muy claro, derrocar inicialmente a los regímenes del Islám moderado, a quienes tildaba de corruptos, y promover desde ahí una revolución islamista mundial a través de la guerra santa.

La victoria sobre las fuerzas soviéticas en Afganistán la interpretó Bin Laden como una fuente no sólo de inspiración moral -las fuerzas de la religión frente a los impíos-, sino, sobre todo, como un estallido de entusiasmo en las masas musulmanas por el cambio a través de las armas.…  Seguir leyendo »

Fernando Reinares es catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos y miembro de la relación de expertos de la Subdivisión de Prevención del Terrorismo en Naciones Unidas. Su último libro es Terrorismo global (EL PAIS, 22/05/03).

Los atentados suicidas difieren de otras acciones terroristas porque sus ejecutores están determinados a morir ellos mismos para mejor matar a otros. Si fueran meros suicidas, incluso si se condujesen como suicidas al no poder llevar a cabo actos de violencia, quizá optarían por quitarse la vida sin tratar de arrebatársela a otras personas o por perecer voluntariamente como resultado de una huelga de hambre.…  Seguir leyendo »

Por Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París (LA VANGUARDIA, 22/05/03):

La guerra de Iraq, aunque no se ha dado por finalizada oficialmente, ha terminado. Es el fin de un episodio que ha presenciado el enfrentamiento entre el que, de forma esquemática, se ha calificado como el campo de la paz –en el que París ha desempeñado un papel importante– y el campo de la guerra capitaneado por Washington. Se ha utilizado el argumento de la celeridad de la victoria estadounidense, después de menos de tres meses de combates, para afirmar que quienes se opusieron a la guerra se habían equivocado puesto que, en último término, la guerra se ha ganado con rapidez y facilidad.…  Seguir leyendo »