Viernes, 19 de septiembre de 2003

Los suecos tienen un dicho contundente para expresar lo que debe hacerse en situaciones difíciles: tener hielo en el estómago. La ministra asesinada, Anna Lindh, tenía ese hielo a la hora de cantarle las cuarenta a EE UU por la salvajada de la guerra contra Irak, cuando le tocó mediar en una Macedonia casi en pie de guerra civil o cuando criticó duramente a Israel por el trato inhumano a los palestinos. También supo poner en su lugar a un gánster caricaturesco como Berlusconi. Pero lo maravilloso era que Lindh tenía una inapagable llama de calidez en el corazón, que la hacía capaz de irradiar una magia rara en nuestros días: la del político que, aunque no estemos de acuerdo con él o ella, nos cautiva y se impone con su honradez, su simpatía y su firmeza de principios.…  Seguir leyendo »

Por Luis Daniel Izpizua (EL PAÍS, 19/09/03):

La equidistancia es un concepto fundamentalmente espacial. Se dice que un punto equidista de otros dos o más puntos cuando se halla a igual distancia de ellos. En la actualidad, y cada vez con mayor insistencia, se está convirtiendo en un concepto político y también en un concepto moral. Ignoro de qué forma se puede equidistar en una sociedad que se define plural y admite en consecuencia diversas alternativas políticas e ideologías. En una sociedad plural y abierta, la equidistancia sería un concepto anecdótico difícil de aplicar de forma global a ningún comportamiento político -¿equidistancia de qué o de quiénes?-,…  Seguir leyendo »