Viernes, 10 de octubre de 2003

Por Ralf Dahrendorf, miembro de la Cámara de los Lores, ex rector de la London School of Economics y ex decano del Saint Antony's College de Oxford (LA VANGUARDIA, 10/10/10):

Cuando oigo a estadounidenses como la consejera de seguridad nacional de los EU, Condoleeza Rice, comparar la ocupación de Iraq con la de Alemania (y a veces con la de Japón) después de la Segunda Guerra Mundial, me inundan recuerdos lejanos, porque como niño yo tuve esa experiencia. En efecto, en los doce meses que siguieron a la rendición incondicional del régimen nazi de Hitler en mayo de 1945, yo viví bajo ocupación rusa, estadounidense y británica.…  Seguir leyendo »

Por Rafael L. Bardají, subdirector del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos (ABC, 10/10/03):

Es innegable que en Irak hoy -sobre todo tras la dramática pérdida de otro español en las calles de Bagdad- se vive una situación de guerra tras la guerra. Ahí están los atentados, los muertos, los guerrilleros que quedan del partido Baath y los jihadistas islámicos que encuentran en Irak su guerra de civilizaciones. No hay mañana que la prensa y las televisiones no nos lo recuerden. Y, sin embargo, la esencia de la guerra en Irak es psicológica. Los fanáticos y contrarios a la introducción de la democracia y el respeto a los derechos humanos básicos en Irak buscan crear una imagen de imparable caos y violencia que lleve a una fatiga del compromiso internacional y se acaben retirando las tropas de la coalición, imposibilitando así reconstruir Irak y apuntalar su nuevo régimen.…  Seguir leyendo »

Por André Glucksmann, filósofo francés (EL PAIS, 10/10/03):

Hay muertos tan ligeros como una pluma. Pueblos que no cuentan. Sólo tienen un derecho, el de desaparecer. Están ausentes de nuestras preocupaciones y de nuestras pantallas, antes incluso de que los tanques, las bombas, los saqueos y las minas antipersona los reduzcan a la nada. Los chechenos viven la soledad absoluta, entregados al capricho de un ejército ruso que los masacra, sin que nadie -ni la ONU, ni la opinión pública mundial, ni los demócratas tan orgullosos de sus principios- grite ¡al asesino! Ninguno de los conflictos que centran la atención y los buenos sentimientos universales -Irak y Palestina- son tan crueles.…  Seguir leyendo »

Por Vicente Molina Foix, escritor (EL PAIS, 10/10/03):

Al leer el artículo de Perfecto Andrés Ibáñez "Lo que enseña el caso Wanninkhof" (EL PAÍS, 1 de octubre), he sentido, aun compartiendo sus bien razonados argumentos, un desconsuelo. Las limitaciones de los jurados populares y la quiebra de la presunción de inocencia son, como señala el magistrado, problemas muy arduos, en este momento agravados por la alarmante luz que los datos del caso Carabantes ha proyectado sobre el caso Wanninkhof, y su artículo hace justa referencia a la "odiosa utilización instrumental" que un autoproclamado y arrogante "tribunal de la opinión" ciudadana hizo velada o abiertamente a partir de los (débiles) indicios que acusaban a Dolores Vázquez.…  Seguir leyendo »

Por Anneliese Rohrer, jefa de la sección de Internacional del diario austriaco Die Presse (EL MUNDO, 10/10/03):

Mientras los californianos acudían a las urnas el pasado martes, en Viena el ministro de Economía austriaco, Karl Heinz Grasser, ponía fin a una entrevista por televisión sobre el déficit presupuestario y la situación económica de la Unión Europea con un enérgico: «¡Le deseo buena suerte a Arnold Schwarzenegger!».Grasser, al igual que todos los austriacos, se ha envanecido de los logros de Schwarzenegger. Esto es así a pesar de que (o quizá precisamente porque) la vida de Arnold Schwarzenegger, un chico de clase media baja proveniente de la anodina localidad de Graz, que llega a ser gobernador de California, resulta tan ajena para la mentalidad del austriaco medio como lo es el concepto de un referendo revocatorio para el sistema político de Austria, donde las carreras públicas avanzan como un mecanismo de relojería.…  Seguir leyendo »