Miércoles, 28 de julio de 2004

Javier Tusell (LA VANGUARDIA, 28/07/04).

Resulta inevitable, a estas alturas, la sensación de desánimo al contemplar los trabajos de la comisión parlamentaria sobre el 11-M. Por fortuna, uno de los últimos incidentes ha consistido en que toda una autoridad judicial haya pedido perdón por su comportamiento en la sede del Congreso. Pero el espectáculo poco ejemplarizante debería llevar a que la petición de disculpas se generalizara. Se tiene la impresión de que este mecanismo de la vida política no está teniendo otro resultado que deteriorar ante la opinión pública un panorama democrático no precisamente ejemplarizante.

La comisión no ha hecho sino confirmar lo que ya sabíamos por adelantado.…  Seguir leyendo »