Viernes, 15 de octubre de 2004

Alfonso Ussía (LA RAZON, 15/10/04).

Si se confirman las identidades de los cuatro famosos cocineros o restauradores vascos que han pagado el llamado «impuesto revolucionario» a la ETA, el escándalo social puede ser mayúsculo. Pero no será el último. Cuando los expertos de las Fuerzas de Seguridad del Estado accedan al ordenador incautado a la terrorista Soledad Iparraguirre, muchas ilustres altiveces van a sentir el peso de la resignación. Uno de ellos, el más popular de todos, se ha hecho famoso por sus programas en la televisión pública. Ahora nos ofrece sus recetas en la cadena privada más instalada en el basurero.…  Seguir leyendo »