Domingo, 17 de octubre de 2004

Pedro J. Ramírez (EL MUNDO, 17/10/04).

Con la misma deferencia con que los vencedores del 14-M rindieron tributo a las víctimas de la masacre que había facilitado su victoria, Claudio, nuevo rey de Dinamarca, matiza el gozo por su coronación con el luto por la muerte de su hermano cuyo trono y esposa ha heredado: «Estas alegrías son imperfectas, pues en ellas se han unido a la felicidad las lágrimas, las fiestas a la pompa fúnebre, los cánticos de muerte a los epitalamios del himeneo y han sido pesados en igual balanza el placer y la aflicción».

Sin embargo, cuando su sobrino Hamlet se empecina en mantener una reflexiva pesadumbre y se obsesiona por averiguar la verdad de lo ocurrido, Claudio le insta a lo que ahora se llama pasar página y a aprovechar las oportunidades que le brinda el nuevo Gobierno: «El que sobrevive limita la filial obligación de la tristeza a un cierto término, pues continuar en interminable desconsuelo es una conducta de obstinación impía Modera, pues, yo te ruego, esa inútil tristeza; considera que tienes un padre en mí, puesto que debe ser notorio al mundo que tú eres la persona más inmediata a mi trono».…  Seguir leyendo »

Por Fernando Múgica (EL MUNDO, 17/10/04):

Uno de los personajes más misteriosos de toda la trama en torno a los atentados es Antonio Toro Castro.Hemos conseguido conversar con él y averiguar muchos detalles de su vida. Su comportamiento, su forma de hablar, sus maneras no son habituales en un delincuente de su edad. Su extraña actitud tuvo su punto culminante en una ocasión en la que evitó, con evidente riesgo físico y sangre fría, que su actual cuñado, Emilio Suárez Trashorras, cometiera un asesinato. No se ha derrumbado en ninguno de los interrogatorios y acepta su destino con una resignación que escapa a cualquier lógica.…  Seguir leyendo »