José María Carrascal (LA RAZON, 14/12/04).
Había dicho que su intervención iba a ser distinta a la de Aznar, y resultó que fue una copia de la misma: beligerante y altanera, acusadora y reiterativa. Naturalmente, cada uno en su tono y estilo. Aznar es seco, abrasivo, desdeñoso; Zapatero, ampuloso, resbaladizo, melifluo. Pero ante la Comisión del 11-M, ambos sacaron su artillería gruesa y ni el uno ni el otro cedieron un milímetro en sus posiciones previas. Lo que significa que nos quedamos como estábamos, sin saber nada nuevo de lo ocurrido antes, durante y después de los atentados, que llevan camino de convertirse en uno de los grandes misterios de la historia contemporánea española.… Seguir leyendo »