Domingo, 19 de diciembre de 2004

Por Fernando Múgica (EL MUNDO, 19/12/04):

Francisco Javier Lavandera y el agente de la Guardia Civil que grabó su confidencia, Jesús Campillo, han pedido protección. Tienen miedo a que los maten.Su temor ha aumentado tras el suicidio de Elizángela Barbosa, la mujer de Lavandera. Este se encuentra oculto, como testigo protegido, pero sus circunstancias vitales hacen que esté considerando renunciar a ello para intentar volver a una vida normal. Ha perdido su trabajo, no tiene ingresos, se considera maltratado por alguna prensa y no ve ningún futuro. Cada vez es mayor su preocupación por un posible accidente. En el último mes, sólo ha podido ver a su hijo de dos años durante 20 minutos y a escondidas.…  Seguir leyendo »

Justo Fernández es ex sindicalista (LA RAZON, 19/12/04).

Fui uno de los millones de españoles que, horas después del atentado de Madrid, tuve la percepción de estar sometido a un nuevo engaño por el Gobierno como en el desastre del «Prestige» o las «armas de destrucción masiva» de Iraq. Sin que ni un solo dato o indicio señalara a ETA, el Gobierno insistía en responsabilizarla del atentado. Se intoxicó a directores de periódicos, se presionó a corresponsales extranjeros, a las embajadas españolas en todo el mundo e, incluso, a las Naciones Unidas, mientras miles de ciudadanos pudimos enterarnos, por Internet, que los servicios extranjeros de varios países e importantes medios de comunicación atribuían el atentado al terrorismo islamista.…  Seguir leyendo »