Agosto de 2005 (Continuación)

Casiano Floristán es profesor emérito de Teología Práctica (EL PAIS, 25/08/05).

A causa de la naturaleza agresiva del ser humano y de la estructura injusta de la sociedad, el mundo está plagado de conflictos y violencias. A saber, la agresividad es tan innata en el ser humano como el hambre, el sexo y el miedo. Pero así como el conflicto tiene una cara positiva, como es la supervivencia, la violencia muestra, salvo excepciones, un rostro irascible y destructivo, totalmente negativo; cuesta admitir que contribuya al desarrollo personal y social.

La más temible de las violencias es la directa, ejercida sobre poblaciones indefensas mediante actos terroristas, causantes de que mueran o queden heridos centenares o miles de inocentes.…  Seguir leyendo »

Desgraciadamente, como suele ser costumbre en el País Vasco en los últimos años, la llegada de las fechas estivales, lejos de constituir momentos para la relajación y el asueto, supone el recrudecimiento de la estrategia proetarra con motivo de las fiestas patronales de cada una de las localidades de la Comunidad Autónoma. De esta forma, las conmemoraciones festivas se convierten en motivo de homenaje y exaltación del terrorismo y de denigración de sus víctimas mediante la pública y continua alabanza a los integrantes de la banda terrorista ETA por parte de los miembros de muchas cuadrillas (grupos de personas de la localidad creados en principio para tomar parte de manera activa en el desarrollo de las fiestas) y de sectores vecinales de los pueblos.…  Seguir leyendo »

Tahar ben Jelloun es escritor, autor de Los náufragos del amor o El niño de arena (EL MUNDO, 24/08/05).

Los atentados terroristas contra Sharm el Sheij fueron una inmensa humillación para la cultura y la hospitalidad árabes, un insulto ensangrentado para el pueblo egipcio y una catástrofe para su economía, que padece graves dificultades desde hace tiempo. No es la primera vez que el terrorismo internacional pone en su punto de mira en Egipto, en su población y en sus turistas. Esta vez el terror no hizo más que renovar su mensaje: destruir la vida de inocentes, fueran musulmanes o no, desestabilizar la economía egipcia, rechazar a su jefe de Estado -que se presenta a la reelección por quinta vez- y, por último, suscitar odios y rencores entre las diversas comunidades.…  Seguir leyendo »