Sábado, 17 de septiembre de 2005

José Antonio Martín Pallin es magistrado del Tribunal Supremo (EL PAIS, 17/09/05).

Los poderes dominantes siempre se muestran reacios a mantener diálogos con los discrepantes. Desdeñando sus propuestas, cercenan cualquier debate intelectual o político con unos seres a los que consideran extraños, soberbios y olímpicamente recluidos en sus torres de marfil.

Los reproches y el confinamiento proceden normalmente de los líderes políticos. Generalmente los desacreditan atribuyéndoles una actitud insolidaria, exquisita, distante y desviada de las verdades oficiales. En una sociedad plural, crítica y respetuosa con la disidencia nadie debería ser excluido de participar en la búsqueda de soluciones alternativas al pragmatismo político coyuntural.…  Seguir leyendo »