Los terroristas, entre nosotros
Michael Ignatieff es director del Centro Carr de Política de Derechos Humanos en la Universidad de Harvard (EL MUNDO, 26/12/05).
En los días inmediatamente siguientes a los atentados del 7 de Julio en Londres, en los que murieron 56 personas, las autoridades británicas determinaron que todos los terroristas suicidas habían nacido ya con la ciudadanía británica. Mientras quienes perpetraron los atentados del 11 de Septiembre del 2001 en Estados Unidos se habían infiltrado en las sociedades respectivas con la intención de matar a inocentes, Gran Bretaña era víctima de un golpe planeado desde su seno.
Por primera vez desde el advenimiento de la llamada Guerra contra el Terrorismo, Europa se despertaba a una nueva realidad: el mensaje cargado de odio de Al Qaeda y de otros grupos islámicos fundamentalistas era lo suficientemente potente como para transformar a los hijos de una nación en suicidas dispuestos a actuar contra sus propios conciudadanos.… Seguir leyendo »