El coro de las tinieblas
Por Carlos Amigo Vallejo. Cardenal Arzobispo de Sevilla (ABC, 13/04/06):
TENÍAN que ponerse las manos delante de la cara para no ver lo que estaba pasando en el monte: unos hombres ajusticiados, colgados en el madero de la cruz. Era cuestión de dignidad, porque no se podía juzgar sino como una ignominia el que un hombre fuera condenado a sufrir de esa manera como se hiciera padecer a Cristo. Algunos han querido, apoyados precisamente en la dignidad del hombre, negar la existencia de Dios a la que consideran incompatible con la razón humana. Creer en Dios sería un gran obstáculo para el progreso y la misma dignidad del hombre que tendría poco menos que claudicar ante lo irracional.… Seguir leyendo »