Miércoles, 6 de diciembre de 2006 (Continuación)

«Por fin, la nación española se va a juntar en Cortes...». El corazón de Jovellanos salta de alegría en el pecho, cuenta el propio don Gaspar en su famosa «Memoria» en defensa de la Junta Central. Casi dos siglos ya. Aquí estamos, a pesar de algunos, y aquí vamos a seguir, en el único lugar posible y deseable para una gran nación a estas alturas del tiempo histórico. Constitución significa legitimidad moral y política. Con su grandeza y sus servidumbres inevitables. Cumple veintiocho años: ha ganado una madurez respetable y ha perdido, como era de rigor, algo de aquella feliz inocencia.…  Seguir leyendo »

Recién constituido un nuevo Gobierno de la Generalitat, es oportuno insistir sobre la injusticia social que entraña --en su regulación actual-- el impuesto sobre sucesiones, habida cuenta de que se trata de un impuesto transferido. He expuesto otras veces y en parecidos términos las ideas que siguen. Veamos. El jurista francés Jean Carbonnier estudió en su libro Flexible droit la incidencia del impuesto sobre sucesiones, "una auténtica detracción sobre el capital" en la economía de las familias. Para hacerlo se basó en la sucesión del escritor André Gide, fallecido en el año 1951. Su heredera presentó una declaración, inventariando un activo de 8,5 millones de francos --lo que suponía pagar un impuesto de unos dos millones--, porque valoró en cero los derechos de autor de su padre.…  Seguir leyendo »