Un Bonaparte moderno
No conozco a ningún político de primer orden francés que, en un momento u otro de su existencia, no haya considerado que escribir y publicar un libro era un peaje obligado en su carrera. ¿Es por el prestigio, más vivo en Francia que en otras partes, del libro y de la cosa literaria? ¿Es el vínculo, especialmente estrecho desde los enciclopedistas y la Revolución francesa, entre la pluma y la espada, la política y la literatura? ¿Habrán seguido el ejemplo de escritores como Chateaubriand, que soñaron con ser ministros, o como Malraux, que pensaba en destacar con las armas tanto como con la literatura?… Seguir leyendo »