El solo de violín del periodismo
Empecé leyendo a Francisco Umbral en El Norte de Castilla de Valladolid, cuando yo aún no había llegado a la Universidad y donde él ya trabajaba de reportero casi estrella y entrevistaba a actrices jóvenes y otras famosas futuras. Las entrevistas de Umbral eran refrescantes y originales, y estaban muy bien escritas. No era extraño que Miguel Delibes, alma de El Norte, se hubiera fijado en el joven periodista y le hubiera incorporado a la cuadra de nuevos escritores del periódico, en la que ya estaban el cura Martín Descalzo, una institución en la ciudad, futuro ganador del Nadal, y a la que pronto llegaría el cronista Manu Leguineche, que luego sentó cátedra como enviado especial a las guerras de todo el mundo.… Seguir leyendo »