La jaqueca y sus imágenes
He sufrido de jaqueca durante casi toda mi vida; el primer ataque del que guardo memoria me ocurrió con tres o cuatro años de edad. Estaba jugando en el jardín cuando apareció a mi izquierda una luz brillante, cegadora, de un resplandor deslumbrante, casi tanto como el sol. Empezó a aumentar de tamaño, se transformó en un semicírculo luminoso que se extendía desde el suelo hasta el cielo, con unos bordes zigzagueantes en forma de picos y unos colores azul y naranja vivísimos. Acto seguido, tras el resplandor, me sobrevino una ceguera, un vacío total en mi campo de visión, e inmediatamente después ya no pude ver prácticamente nada de lo que tenía a mi izquierda.… Seguir leyendo »