La maldición Villalonguiana
Siempre que voy a París paseo por Palais Royal. Es uno de mis ritos. Si no lo cumpliera no tendría la sensación de haber estado en la ciudad. De Palais Royal me gusta todo: su arquitectura, sus jardines, las modernas columnas de Buren -a medio camino entre los colores de Scully y la señal de tráfico-, sus comercios y, al fondo, el Grand Vefour, aunque haya perdido el Grand por el camino. Me gusta también pensar, mientras paseo bajo sus arcadas, en Jean Cocteau observando desde su apartamento a Cary Grant durante el rodaje de Charada y a Colette, por qué no, haciendo lo mismo desde el suyo con Audrey Hepburn.… Seguir leyendo »