C"And tell sad stories of the death of kings" (Acto tercero, escena segunda)
Comprendo que comenzar mentando a Eduardo Zaplana garantiza que captaré la atención de los organizadores del Congreso del PP, pero será a costa de ver dibujadas en sus rostros las mismas muecas que Charles Perrault pintó en las caras de los edecanes del bautizo de la Bella Durmiente en el momento de la irrupción en el salón de baile de aquella hada número ocho a la que ni siquiera se habían molestado en invitar, por creerla encerrada a buen recaudo.
¿Pero qué culpa tengo yo si resulta que entre las muchas cosas que pusieron a Valencia en el mapamundi durante los siete años al frente de la Generalitat de ese magnífico presidente autonómico -y hoy incomprensible ausente en los fastos del partido- ocupa un nicho de especial calidad el impulso de las actividades de la Fundación Shakespeare de España, liderada por el intelectual e integral hombre de teatro Miguel Angel Conejero; si resulta que ello dio pie en 2001, con el copatrocinio del Ayuntamiento de Valencia, a la celebración por primera vez en España del Congreso Mundial sobre el gran bardo; y, sobre todo, si resulta que una de sus secuelas, casi a modo de canto del cisne de una actividad luego interrumpida o en declive, fue precisamente una maravillosa edición, dentro de la serie Obra Mayor, de un drama histórico mucho menos popular y conocido que Julio César, Ricardo III o Enrique V del que, sin embargo, muy bien podría decirse que fue escrito anticipando con bastante exactitud la situación que se vivirá a partir de mañana en el PP?… Seguir leyendo »