Acosar a los divos
La película de Paolo Sorrentino Il divo es una brillante farsa política que recomiendo a todos los espectadores, incluidos aquellos que -como yo y la pareja de amigos con los que fui a verla- salgan del cine igual de divertidos que de escandalizados. Los materiales de Sorrentino, que ha escrito también el guión de su película, son artísticamente impecables, y se basan en una amplia labor documental que los conocedores de la política italiana contemporánea han estimado solvente y certera. Concebida como una gran stravaganza operística, los actores del numeroso reparto, todos de una bufonería muy elaborada, se amoldan a ese espíritu general, contrastando en su papel de coristas con la casi ininterrumpida sucesión de arias de bravura de Toni Servillo, que hace de Giulio Andreotti, al modo en que Philip Seymour Hoffman hizo del famoso novelista americano en Truman Capote o Cate Blanchett de Katharine Hepburn en El aviador: calcando asombrosamente a esos personajes reales, en un alarde de mérito mimético más que de verdadero arte dramático.… Seguir leyendo »