Miércoles, 11 de marzo de 2009

En Bruselas, sí. No en el barrio de Lavapiés ni en Morata de Tajuña. Fue cuando, casi cinco meses antes de que se produjeran los atentados de 2004 en Madrid, alguien adquirió una tarjeta prepago y facilitó para ello una serie de datos falsos, entre los que figuraba como fecha de nacimiento la del 11 de marzo de 1921.

Es significativo que en la azora 21 del Corán pueda leerse: "Si los infieles conocieran el momento en que no podrán apartar el fuego de sus rostros, ni de sus espaldas...". Además, dicha compra, y por tanto la fijación del 11-M, tuvo lugar el 19 de octubre de 2003.…  Seguir leyendo »

El pasado mes de enero se cumplieron 20 años desde que España comenzó a participar en operaciones internacionales de paz. Desde entonces, y en el marco de un significativo incremento de la respuesta internacional ante situaciones de conflicto, unos 105.000 soldados españoles han participado en más de 50 operaciones con un coste humano de 148 muertos y un presupuesto acumulado de unos 3.600 millones de euros (casi 650 en 2008). Ahora, por boca de la ministra de Defensa, el Gobierno ha decidido eliminar el techo que él mismo se había impuesto en 2005 de no superar los 3.000 efectivos en el exterior.…  Seguir leyendo »

Las novenas elecciones autonómicas en Euskadi, además de apuntalar el pluralismo de la sociedad vasca, señalan un camino sin retorno.

En primer lugar, el ciclo de Lizarra, gestionado por Ibarretxe con la muleta de quienes apoyan a ETA, ha tocado a su fin. Este ciclo ha estado caracterizado por la estrategia de acumulación de fuerzas del frente nacionalista, por la exclusión deslegitimadora de la mitad política del país y por las aventuras soberanistas de Ibarretxe y su partido.

A estas alturas, y sabiendo lo que sabemos, resulta obscena la insistencia del nacionalismo en intentar deslegitimar el resultado electoral por la exclusión democrática de la competición de quienes apoyan al terrorismo.…  Seguir leyendo »

En alguno de los muy sabios libros de Juan Gil-Albert (un gran clásico contemporáneo) está escrito que lo que más lo desasosegaba de los partidos políticos españoles o de sus facciones, era que uno no quería vencer o superar al otro (como es natural en una democracia y en buena lid) sino que uno quería «aplastar» al otro, deshacerlo, machacarlo Gil-Albert tenía el recuerdo doliente y dolido de la Guerra Civil y el exilio, pero ¿no quedamos cuando la famosa Transición que ya habíamos olvidado las inquinas fratricidas y que ahora éramos (¡por fin!) europeos y educados, y que queríamos ganar al adversario pero no destruir al enemigo?…  Seguir leyendo »

Tengo para mí que, en el pensar y en el decir de todavía gran parte de los españolitos que andamos viviendo la hora actual como podemos (con crisis o sin ella), no se manifiesta con precisa nitidez el paso del siglo XX al siglo XXI. Ciertamente que éste usa todavía pañales y que un juicio global sobre su mayor o menor bondad sin duda resulta algo precipitado. Aunque la verdad es que, hasta ahora, sus pasos dados poco tienen de ilusionantes. Nos hemos agarrado a los preludios de Obama porque posiblemente poco más hay que reseñar. Y no es que en su precedente siglo XX no se dieran acontecimientos motivadores del llanto: auge efímero del totalitarismo, dos terribles guerras mundiales, otras muchas parciales y algún que otro férreo dictador, con Hitler y Stalin a la cabeza.…  Seguir leyendo »

Un dirigente socialista catalán ya advirtió en su día que si el sistema de financiación de Catalunya no se resolvía satisfactoriamente se corría el riesgo de que lo que se llegara a plantear fuera el concierto económico. Quizás no deberíamos esperar tanto, entre otras cosas porque ya sabemos que el sistema de financiación que venga será el mejor de la historia (¡sólo faltaría que, encima, fuera peor que el actual!). Siempre nos ha sorprendido que no se haya debatido públicamente a fondo esta posibilidad, máxime cuando, paradójicamente, diversos partidos catalanes han utilizado a menudo el eufemismo de aspirar a llegar con el tiempo a resultados similares a los del concierto.…  Seguir leyendo »

A estas alturas, ¿ya ha dimitido alguien? Es probable que mi pregunta sea de una ingenuidad evidente, pero también estoy convencida de que es la única pregunta realmente decente que se puede plantear, a tenor de los informes que la Sindicatura de Comptes ha presentado, tanto respecto al Fòrum de les Cultures, como a Adigsa. A diferencia de otros países más serios, el nuestro cohabita sin complejos con sus propios escándalos políticos, como si el abuso con el dinero público formara parte de la idiosincrasia política. Así, estos días hemos contemplado algo que sería insólito en otras democracias: la Sindicatura de Comptes ha presentado unos informes detallados sobre anomalías, abusos, gratificaciones, contratos a dedo y todo tipo de irregularidades, perpetrados por dos sociedades públicas, y ello sólo ha comportado una penosa justificación política.…  Seguir leyendo »

Cuando llega el aniversario del atentado que mató o hirió a un familiar, como ocurre hoy con la masacre del 11-M, es frecuente que todas las víctimas del terrorismo experimenten, desde el punto de vista psicológico, una alteración, en mayor o menor medida, de su estado de ánimo. Una alteración que puede ir desde sentir en días anteriores al aniversario una mayor irritabilidad, tristeza, desazón o desesperanza hasta experimentar episodios de ansiedad de mayor o menor gravedad. La recuperación psicológica que la víctima ha ido experimentando desde el momento del atentado va a depender de muchos factores, personales pero también sociales.…  Seguir leyendo »

Muchos ciudadanos saben qué hacían la mañana del 23-F. También se acuerdan de qué estaban comiendo cuando tres atentados sacudieron a EEUU. Porque fueron tres, y no uno. Y lo mismo sucede cuando aquella mañana llegaban noticias sobre lo ocurrido en Madrid, en cuatro atentados, porque Atocha, Téllez, El Pozo y Santa Eugenia suman cuatro. Aquel maldito jueves, 11 de marzo, en la recién estrenada Associació Catalana de Víctimes d'Organitzacions Terroristes (ACVOT), inmediatamente comprendimos que algo muy grave estaba sucediendo a 600 kilómetros. A las nueve de la mañana nos pusimos en contacto con una persona en Madrid para ofrecer nuestro servicio jurídico, nuestro equipo psicológico, nuestro apoyo moral y asistencial.…  Seguir leyendo »

No es una novedad aprovechar una circunstancia ajena a la causa de un problema para justificar una actuación concreta. Es aquello de "aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid...", tomar una decisión incómoda o impopular. Esta crisis que nos rodea sirve para muchas cosas en muchos sectores, incluido el del automóvil, segundo damnificado de la crisis, tras la banca.

Desde hace años el mundo de la automoción se encuentra en una huida hacia adelante: más volumen y tecnología a menos precio y, por tanto, coste. La situación del sector era, per se, insostenible. Y esta crisis global, casi cósmica, está sirviendo para afrontar una problemática que nada (o muy poco) tiene que ver con ella.…  Seguir leyendo »

On Jan. 22, President Obama signed an executive order banning torture and establishing a panel to examine America’s interrogation methods. The ban on torture is a major step toward reclaiming our heritage as a nation of laws and a people of character. And it will enhance the country’s security by undermining Al Qaeda’s most effective recruiting theme — its portrayal of the United States as a dishonorable superpower that sanctions the type of abuses so graphically captured in the images from Abu Ghraib.

The challenge now for the panel is to reconsider the ancient practice of interrogation and bring it into the modern age.…  Seguir leyendo »

It is Easter Day - the most sacred day in the Irish Republican calendar.

In the drizzling rain last year the Provisional movement is assembling to march through the tawdry streets of West Belfast to celebrate the 1916 Easter Rising and Pádraig Pearse, the IRA's bloodthirsty founder.

The flute bands strike up, the drummers roll and the procession slowly snakes its way forward. But something is wrong. Under the orders of Gerry Adams the marchers are not allowed to unfurl their banners - which bloodcurdlingly commemorate recently dead IRA volunteers. Anything resembling a modern, military-style uniform has been banned.

And oddly, as if this were the Irish equivalent of Morris dancing, a group of marchers has dressed up in historical outfits to entertain the crowd.…  Seguir leyendo »