Deriva autoritaria de nuestros representantes
Las ciudades -los ciudadanos-», hace decir Jenofonte a un ateniense, «tratan a los gobernantes como yo a mis criados. Quiero que mis sirvientes me proporcionen en abundancia todo lo que necesito y que no tomen nada; los ciudadanos quieren que sus magistrados les proporcionen el mayor número posible de ventajas y que se abstengan de tomar absolutamente nada». Los fundadores de la democracia consideraban que el gobernante tiene por fin favorecer y que, cuando no lo hace, está sujeto a la crítica del pueblo, pues, como nos transcribe el profesor R. Adrados al hablar de esta primera ilustración griega creadora de la democracia, a través de los primeros textos de Demócrito, Protágoras y otros, se parte de la premisa de que es más lógico que el gobernante sea criticado que aplaudido, «pues no fue elegido para hacer el mal, sino para favorecer, de igual modo que se critica al que no devuelve un depósito y no se elogia al que lo devuelve».… Seguir leyendo »