La ambigüedad de la victoria en El Salvador
La noche del domingo 15 de marzo fue, sin duda, la más feliz de la vida de Ramiro Abreu. Sesentón, regordete, de baja estatura, y provisto del par de ojos más azules e intensos que se hayan visto en los anales de la revolución latinoamericana, el encargado de El Salvador para los servicios de inteligencia cubanos esperó durante más de un cuarto de siglo los resultados de esa velada. Desde principios de los años ochenta, Abreu, junto con el legendario Ibrahim, "llevó" los asuntos salvadoreños para el famoso -y para muchos infame- Departamento de América del Partido Comunista Cubano. Ambos impusieron, a sangre y fuego, la unidad de las cinco organizaciones guerrilleras y las dos agrupaciones políticas de entonces para crear el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).… Seguir leyendo »