El golpe de las burlas
Despertar a un presidente constitucionalmente elegido a punta de bayonetas y enviarlo al exilio sin darle tiempo siquiera a cambiarse el pijama, como hicieron los militares hondureños con Manuel Zelaya hace dos semanas, es un acto de barbarie política y resulta justa la enérgica condena que este atropello ha merecido de las Naciones Unidas, la OEA y de la mayoría de naciones del mundo entero.
Ahora bien, sentado este principio, que la interrupción de la democracia por una acción militar no es justificable en ningún caso, es preciso analizar lo ocurrido más de cerca y con prudencia porque en este golpe de Estado, como en la famosa "cena de las burlas", nada es lo que parece ser y la frontera entre la verdad y la mentira resulta más escurridiza que una anguila.… Seguir leyendo »