De regalos y corrupciones
Como casi siempre, todo está en los romanos o en los griegos. Lo de la ley, sobre todo en los romanos. En el siglo III, un jurista llamado Domicio Ulpiano, que trabajaba para el emperador Caracalla, nos transmitía los sentimientos de su jefe al respecto de las xenias, o sea, de los regalos que los altos funcionarios del imperio recibían y podían o no aceptar. Su consejo era un monumento al sentido común: "Ni todo, ni siempre, ni de todos". Y lo explicaba un poco más: "un procónsul no puede privarse totalmente de xenia... rehusar de todos es una falta de educación, pero aceptar siempre parece de indecentes, despreciable aceptar de todos, y avaricioso aceptarlo todo".… Seguir leyendo »