De zarzuelas y amores
Fue como la llama de un fósforo encendida de repente en algún lugar penumbroso de la memoria, allí donde uno guarda sus más viejos recuerdos. Respondiendo a la queja de una lánguida soprano, aquel coro de 30 o 40 bellas muchachas cantaba el trozo más conocido de La verbena de la Paloma, la primera de una antología de zarzuelas que bajo el título Vive Madrid se estrenaba aquella noche en el soberbio y moderno Teatros del Canal recientemente inaugurado. Margarita Robledo, una vieja amiga tan colombiana como madrileña, había logrado el milagro de que estuviéramos en la primera fila cuando se levantó el telón.… Seguir leyendo »