La fábrica de los portentos
Jorge Luis Borges dice que la empresa de leer por completo las Mil y una noches puede llevar a la locura. He probado a desmentir a Borges intentando ese ejercicio desmedido de lectura, la primera vez en la adolescencia, y lo he conseguido ya tres veces, la última hace unas pocas semanas, sin más consecuencias que un encandilado sentimiento de epifanía, como ocurre siempre que uno se halla de frente a la majestad del milagro, los pies en el aire como si levitaran encima de la superficie encrespada de un mar de ilusiones y de portentos donde no hay sentido de la mesura.… Seguir leyendo »