El espíritu del Metropolitan Club
Al traspasar las puertas de hierro con elegantes repujados en pan de oro que franquean la entrada del palacete incrustado en la esquina entre la calle 60 y la Quinta Avenida, no es difícil sentir la contante y sonante grandeza de J. P. Morgan, promotor y primer presidente de este Metropolitan Club en el que se agruparon los financieros de su tiempo, hartos de los desdenes con que las viejas familias neoyorquinas les fustigaban en los salones de la Union League. Y basta encarar la legendaria doble escalera de mármol con forma de aspa que domina el imponente vestíbulo para imaginar a los Vanderbilt, los Roosevelt, los Whitney y demás tycoons de comienzos del siglo pasado, acudiendo, con sus fracs de tiros largos, a aquellos cónclaves en los que el poder era el dinero y a la viceversa.… Seguir leyendo »