El único remedio de la culpa
En 1940, cuando más desesperada estaba Polonia en su heroica lucha contra la invasión nazi, Stalin ordenó asesinar a todo el cuerpo de oficiales del Ejército polaco. Unos 22.000 murieron en la matanza del bosque de Katyn. Setenta años después, este mismo abril, la actual presidencia de Rusia ha reconocido el crimen y ha abierto la vía de la reconciliación entre ambos países eslavos. Hasta hoy, la versión oficial era que el Ejército alemán, a las órdenes de Hitler, fue el autor del exterminio. Decir la verdad era aceptar una patraña urdida por la CIA contra la sacrosanta Unión Soviética.
Los abundantes –se cuentan por millares– casos de pederastia cometidos por curas católicos en diversos países se pierden sin duda en la noche de los tiempos, pero hoy muchas de sus víctimas están llevando a la Iglesia a los tribunales, aportando todas las pruebas que sea menester.… Seguir leyendo »