Pitar el himno
El himno nacional de España, considerado desde un punto de vista estrictamente artístico, es lo contrario de maravilloso, imponente, exaltador. Consiste en unos compases de chundachunda que suenan demasiado a cuartel. Es ligerito, es saltarín y se presta a la parodia. Que, además, carezca de letra induce a pensar que algo extraño ocurre con él. Los que vivimos en el extranjero estamos acostumbrados a que el locutor local de turno aluda, a menudo en tono risueño, a dicha anomalía.
La tensión vibrante que se pone en el aire cuando uno (con ocasión de algún evento deportivo, por ejemplo) escucha otros himnos, cuesta percibirla en la melodía acelerada, apenas solemne, del himno español.… Seguir leyendo »