Qué hacer con la corrupción
El funcionamiento de los seres vivos, de los motores de explosión y de los organismos sociales produce, inevitablemente, residuos tóxicos que se deben eliminar. Si no se hace, sobrevienen la muerte y la descomposición. De ahí la existencia de los riñones, de los tubos de escape y de la regulación de los partidos políticos, por ejemplo.
En todos los sistemas políticos hay corrupción: es tan consustancial con la política como el monóxido de carbono con el automóvil. Por ello, en las democracias avanzadas, existen leyes que regulan la actividad interna de los partidos políticos. Esta regulación impone los mecanismos de reciclaje de toxinas que permiten que la democracia siga funcionando de manera saludable.… Seguir leyendo »