Un español en Alemania
Esto de la patria –chica o grande– se está poniendo muy chungo. Lo de la patria grande alcanza el delirio. Imagínense alguien con espíritu temerario que se atreva a decir que ni se siente español, ni catalán, ni vasco, ni nada de nada, como no sea jodido ciudadano del mundo. Pertenezco, o eso creía, a una generación escasamente preocupada por los símbolos, las banderas, los himnos y demás utensilios de la chamarilería patriótica. Eso se acabó y me temo que para mucho tiempo. Lo mismo que aquel referente magnífico que nos dio el gran Samuel Johnson durante la Ilustración: “El patriotismo es el último refugio de los canallas”.… Seguir leyendo »