Hechos y derechos
Volver a hablar sobre la interrupción voluntaria del embarazo cansa, es agobiante. Se parece a Sísifo arrastrando una piedra hasta la cima. La piedra cae, y así, sucesivamente. Desearíamos que nos dejaran en paz, que se olvidaran de nosotros. Si el Estado ha de entrometerse que lo haga en cualquier rincón en donde haya miseria, repartiendo con equidad los recursos o creando las condiciones para que seamos lo más felices posible. Pero que no se meta en nuestra vida y en nuestro cuerpo. No lo ha entendido el que tenemos encima porque se está metiendo hasta en la cama. Como diosecillo se empeña en reprimir ahora, con una zafiedad que espanta, el aborto, por regulado, controlado y humanizado que sea.… Seguir leyendo »