«Obama, gracias por el ébola»
Me hizo sonreír la leyenda que lucía uno de los críticos asistentes a la intervención de Obama en favor de un candidato demócrata a gobernador: «Obama, gracias por el ébola». Tampoco los americanos han quedado libres de la obsesión por el virus del murciélago y la tendencia a culpar de su expansión a la cúpula del poder político. Si en este caso se une, además, la inactividad del presidente afroamericano ante el problema sirio, el retorno del fantasma terrorista por la retirada iraquí, las insuficiencias de los Servicios Secretos, su atonía ante la crisis en Oriente Próximo, la sensación de estar a la defensiva frente a un Putin crecido por el conflicto de Ucrania, la parálisis legislativa sobre inmigración o el control de armas, se entiende que los analistas políticos hayan subrayado el carácter «tóxico» que la marca Obama ha tenido en estas elecciones.… Seguir leyendo »