No es país para leyes
En un país de políticos de moral tan endeble como los nuestros, con tramas que, como la Púnica, demuestran que la España del pelotazo sigue gozando de inmejorable salud, nada nos gustaría más que creer al Rey cuando dice que en España cumplir la ley es «ineludible». En realidad, estamos en una competición por eludirla.
España ha entrado en una especie de viejo oeste legislativo donde cada cacique local, provincial o regional decide qué leyes son de su suficiente agrado como para molestarse en aplicarlas: Artur Mas cree que es él y no la justicia quien debe decidir cuántas horas de castellano reciben los estudiantes catalanes; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mofa de la norma que obliga a decorar el consistorio con una imagen de Felipe VI –«no encontraba» un retrato para sustituir al guillotinado Juan Carlos I– y una decena de autonomías han anunciado que no aplicarán la Ley Orgánica para la mejora de la Calidad Educativa (Lomce).… Seguir leyendo »