Una isla, dos historias
Dice Juan Bosch que por su posición geográfica, el mar Caribe fue desde siempre la frontera de los imperios y que ninguno faltó a la cita a lo largo de 500 años. Solo así puede entenderse lo que ocurre en La Española, aquella isla a la que llegó Colón en su primer viaje y cuyo territorio hoy ocupan dos repúblicas independientes. La Dominicana, con 48.000 kilómetros cuadrados de territorio, y Haití, con 27.000. Ambos con población parecida, alrededor de 10 millones cada una. Su historia, sin embargo, ha sido tan distinta que unos hablan francés y otros, castellano; de un lado predomina la raza negra y, del otro, el mestizaje; hasta en la práctica religiosa media la profunda diferencia de que sobre la matriz católica de ambos en Haití se superpone el vudú, un culto mágico y animista de origen africano.… Seguir leyendo »