Las mulas infecundas y la tercera España
Tiene su sentido que las elecciones generales vayan a celebrarse en diciembre, al menos para los gorrones de la política que esperan estas citas con la incertidumbre navideña de qué les traerán, si asesoría, despacho o subvención. Me lo resumió bien un diplomático al que pregunté hace algunos años cuál sería su próximo destino: «Depende: si ganan los míos, París; si pierden, una república bananera».
En la política de la tortilla, donde unos se lo cocinan hasta que los otros consiguen darle la vuelta, la primera regla es elegir trinchera, que tarde o temprano te tocará algo. Convencido medio país de que la culpa de todos sus males la tiene la otra mitad, y viceversa, ya tienes un bipartidismo con coartada para ignorar el interés general, entregarse al clientelismo y eludir responsabilidades.… Seguir leyendo »