
El matrimonio y sus siete hijos
Mi liberada:
Quizá sólo habría habido un hombre capaz de detener el viaje a ninguna parte de Cataluña. Era Jordi Pujol. En un momento dado del Proceso, incluso después de declararse más o menos independentista, pudo levantar la voz. Pero era un hombre carcomido, inútil. No puedo dejar de pensar en Pujol. Amenaza con convertirse en un gran misterio generacional, uno de esos crímenes cuyas metáforas acaban devorando al hecho. Lo vi esta semana, al entrar en la Audiencia Nacional. Su mujer, cabizbaja, se apoyaba en el brazo del abogado Martell, que da una estampa de hombre antiguo, consumido por la nicotina del secreto.… Seguir leyendo »