¡Que viva la reina para siempre!
Hubiera sido traición, o sedición por lo menos, hace un par de siglos, pero nadie me inculpará hoy de intentar conjurar o provocar la muerte de la monarca británica si digo que, por desgracia, al cabo de 90 años, la vida de la reina Isabel II está llegando a su fin. "¡Que viva el rey para siempre!", reza textualmente el himno que se canta en las coronaciones en Londres desde 1727, basado en los versos bíblicos que aclamaban a los reyes de Israel. Pero tales sentimientos son realistas sólo en una de las aceptaciones de la palabra. La enfermedad que está sufriendo la reina -oficialmente señalada como "un catarro fuerte"- no tiene que ser la última.… Seguir leyendo »