Resentimiento y nacionalismo
Sin duda es pronto para hacer vaticinios sobre la ejecutoria de Donald Trump en su mandato, pero los primeros signos son ominosos. Es cierto que sus palabras tras la proclamación de su victoria electoral fueron cautas y conciliadoras. Pero de eso hace ya tres meses y sus actos desde entonces permiten suponer que aquello fue una finta más; casi sorprendido en un primer momento por su inesperada victoria, apeló instintivamente al sentido común y trató de aparecer como un centrista sereno y pragmático. Sin embargo, parece indudable que su extremismo resurgió pronto, espoleado por sus asesores más radicales y por su naturaleza provocadora, seguramente pensando que eran esa provocación y ese extremismo simplista los que le habían llevado a la Casa Blanca y los que debían inexorablemente constituir la base de su programa de gobierno, que hasta entonces había permanecido en el terreno de la estridencia y la indefinición.… Seguir leyendo »