La fe en un mundo nada humano
El universo y las cosas no tienen estructura, no hay un modelo al que el hombre tenga que adaptarse; existe sólo un flujo: la interminable creatividad propia del universo, un perpetuo empuje hacia adelante. El objeto no existe; sólo existe el sujeto: el universo, el individuo, la clase social, la nación. Todo se puede y debe deconstruir, el deconstruccionismo, porque todo es una construcción social. Por eso, para los románticos exacerbados, las únicas personas que han tenido un sentido de la realidad son aquéllas que han comprendido que el intentar circunscribir las cosas, aprehenderlas, describirlas, es una tarea vana. El hombre moderno vendió su alma al diablo para llegar a ser un creador.… Seguir leyendo »