A favor de las causas perdidas
Justo después de la rápida y devastadora derrota de España ante Estados Unidos en 1898, el filósofo español Miguel de Unamuno (1864-1936) resucitó al santo patrono español de las causas perdidas, don Quijote de la Mancha. Era adecuado que Unamuno eligiera como héroe de España a su tío loco, el caballero andante ficticio de Cervantes, un personaje que sabía mucho de derrotas rápidas y devastadoras.
Aunque es técnicamente cierto que el Quijote perdió su batalla final —eso lo llevó a recuperar la cordura antes de morir— es más querido por su locura, por “hacer batalla contra los gigantes” molinos de viento, por soñar sueños imposibles.… Seguir leyendo »