A la comunidad internacional
El Presidente Mitterrand afirmaba que el nacionalismo es la guerra. Lo describía así porque Europa ha conocido en su propia carne las trágicas consecuencias de instigar este impulso primario que alienta la insolidaridad, la xenofobia y la destrucción de la diversidad. En cierta medida la Unión Europea nace para tratar de atajar estos brotes disgregadores que acaban conduciendo irreversiblemente al enfrentamiento. No obstante, en los últimos tiempos, la extrema derecha europea reaparece bajo la incitación ultranacionalista que impulsa un blindaje territorial para filtrar cualquier intrusión foránea a través de promover políticas insolidarias. En este sentido, el nacionalismo catalán tiene connotaciones con esta extrema derecha emergente.… Seguir leyendo »