Pasear a lomos de tigre
En uno de sus relatos, Rudyard Kipling cuenta el episodio de una sonriente dama de Riga que salió a darse una vuelta a lomos de un tigre y concluyó su paseo con la señora en el vientre de la carialegre fiera. Curiosamente, parecida felicidad irradiaban quienes, en esta Diada, se hacían selfies al lado de Otegi -un tigre al que gusta ahora retratarse acariciando mininos como «hombre de paz»- y en la ciudad de la masacre de Hipercor. En su ingenuidad suicida, la amazona de Kipling personifica el error cíclico de muchos gobernantes que piensan ilusoriamente que se puede resolver el «problema insoluble» del nacionalismo haciendo concesiones.… Seguir leyendo »