
Montoro y las facturas del procés
En marzo de 2012, toda Italia se vio convulsionada por un seísmo -esta vez, a escala cultural- cuando un profesor de Historia del Arte de la Universidad de Nápoles acudió a hacer una consulta a la célebre Biblioteca Girolamini, que atesora originales de Galileo o Copérnico, y quedó horrorizado ante el desolador panorama que contemplaban sus ojos: estantes vacíos, libros desordenados y documentos desperdigados. Su indignación la plasmó en un artículo en Il Fatto Quotidiano, cuyo aldabonazo desató una acre carta de protesta de 200 intelectuales exigiendo explicaciones al ministro de Cultura.
Tratando de exculparse, el director de aquel templo del libro se puso en evidencia.… Seguir leyendo »