
De Raúl Castro con amor: la presidencia de Cuba
El jueves 19 de abril, en vísperas de su cumpleaños 58, Miguel Díaz-Canel recibió en el Palacio de las Convenciones de La Habana un presente que el castrismo jamás le había regalado a nadie: la presidencia del Consejo de Estado de Cuba. Puede tratarse de un obsequio peligroso, una bomba de mecha corta.
A lo largo de la Revolución, nombramientos de menor jerarquía le han explotado entre las manos a los agasajados, haciéndoles añicos sus cuerpos y enviándolos al puesto de desguace al que van a parar ciertos líderes comunistas de segundo orden.
Díaz-Canel parece un hombre tan consciente de la larga tradición de cancilleres y ministros que nacieron alrededor del año cero de la historia de Cuba —es decir, de 1959— y que justo por esa razón cayeron de repente en desgracia, que difícilmente haya habido alguna vez otro presidente que iniciara su mandato con más apatía y cautela que él.… Seguir leyendo »