
Partidos cerrados
Hace ahora cinco años reflexionando sobre el origen de la debilidad de nuestras instituciones un grupo de amigos (Luis Garicano, Carles Casajuana, César Molinas y yo misma) llegamos a la conclusión de que el principal problema eran los partidos políticos y que cualquier reforma en profundidad sería inviable sin cambiar la forma en que funcionaban. Como dice César Molinas con su habitual claridad los partidos políticos funcionan rematadamente mal y esto es muy grave porque son la piedra de toque de nuestras democracias representativas de corte liberal. De esa convicción surgió el llamado Manifiesto de los 100 -por el número de personas relevantes de todos los ámbitos que lo suscribieron- que proponía una profunda reforma del funcionamiento interno de los partidos para garantizar más transparencia, más democracia interna, más contrapesos efectivos, más participación de afiliados y simpatizantes y mayor rendición de cuentas a la ciudadanía.… Seguir leyendo »